Venus conjunción júpiter
- Paola Moreno
- 3 jul 2017
- 3 Min. de lectura

Alicia últimamente se arregla más de lo normal, pensó Jackisita apenas cruzaron juntas la puerta del baño. Jackisita se detuvo ante el espejo, sacó la pestañina y comenzó a pasarla por sus pestañas. Alicia entró al segundo baño, es mejor no quedar a la entrada pero tampoco al rincón, pensó la mujer que últimamente se arregla más de lo normal.
Querida piscis: Venus está transitando en júpiter formando una conjunción. Este aspecto favorece posibles compromisos. Así que si estás con alguien permanece antena, puede que tu chico se anime a dar el siguiente paso ¡suenan campanas boda!
Alicia había salido de su casa esa mañana imaginando al planeta del amor, moviéndose en el espacio y alineándose con júpiter. Manuel me ama, él es el indicado, además piscis y tauro son compatibles, pensó mientras se sentaba en la taza del baño. Además, ella, en el tiempo que lo conocía, nunca había visto que se le marcara esa arruga en la mejilla cuando sonreía. Él se reía, sí, pero no se le hacía esa marca, apareció después de que se dieron ese torpe beso. Y Jackisita y Diana le habían dicho que Manuel, desde hace un tiempo, se veía más radiante.
Eso recordaba Alicia cuando se dio cuenta que el dedo anular izquierdo se le había quedado atrapado dentro del botón que suelta la cisterna. Con los pantalones a medio subir, jaló el brazo, pero el dedo no se movió. Alicia sintió como si le hubieran encendido fuego sobre su cuerpo. Intentó volver a jalar la mano con más fuerza, pero lo que consiguió fue que el dedo se le aprisionara más. Ahora, el calor de su cuerpo se convertía en humedad, sus axilas estaban mojadas. ¿Qué hago? ¿Grito?, pensó. Podría abrir la puerta de un golpe y gritar, ¡Me quedé atrapada ¡ayuda!, Jackisita del susto se aplicaría la pestañina en toda la frente, se quedaría mirándola sorprendida y se quitaría con saliva la mancha negra de su piel, saldría corriendo del baño pidiendo ayuda. Pero después el baño se llenaría de una cantidad de personas que la grabarían con sus celulares. Yeimi y Bibiana se torcerían de la risa y harían el ademán de taparse la boca. Alicia se pondría muy roja, empezaría a sudar, se le haría una sonrisa tímida.
Empezó a sentir que el dedo se le hacía más grande, incluso alcanzo a verlo morado. El botón sobresalía de una lámina de aluminio, anclada por cuatro tornillos, que no son ni de estrella, ni de pala. Seguramente vendrían los bomberos y le dirían que tenían que cortarle el dedo, porque esos destornilladores no se consiguen en Colombia. La respiración se le hizo más rápida, sintió deseos de llorar, la boca se le puso seca como la arena, dificultándole el paso de la saliva. ¿Y si alguien alguien llamaba a los noticieros? Atención, reportamos el caso de una desdichada mujer que se le quedó atrapado el dedo anular izquierdo en el botón de un baño. Vamos a intentar hablar con ella. Alicia empezaría a llorar frente a la cámara y no diría palabra alguna. ¿Qué iba a hacer cuando toda la oficina le preguntara por el incidente del dedo? ¿qué iba a hacer con esos ojos encima, mientras ella daba torpes explicaciones y las miradas cada vez se hicieran más penetrantes.
Sintió como si alguien le pasara las manos por todo el cuerpo y le apretara la garganta. Las luces del baño comenzaron a juntarse hasta convertirse en neblina, sintió que se desvanecía y que un escalofrío le recorría el cuerpo. Un escalofrio como el que sintió la vez que Manuel le dijo que la amaba. ¡Manuel! ¡Venus y Júpiter! Él podría estarla buscando para pedirle matrimonio ¿Y el anillo de compromiso? ¡Mi dedo!, gimió Alicia. De pronto, empujó la puerta de una patada y lanzó un grito profundo y sin vacilaciones, ¡me quedé atrapada, ayuda!
Jackisita, que no había acabado de aplicarse la pestañina, por poco se hace una mancha de rímel sobre la frente. ¿Cómo así que te quedaste atrapada?, le preguntó. ¡Sí, sí Jackisita dile a alguien que me ayude, por favor! Si tienen que venir los bomberos que vengan, pero tengo que salir de acá. Jackisita salió corriendo del baño, Alicia sintió sus mejillas arder. Al poco rato el baño se llenó de personas. Entre la multitud estaba don Luis, de mantenimiento, con un destornillador, que no era ni de estrella ni de pala, pero encajaba perfecto en los tornillos. Bibiana y Yeimi alcanzaron a reirse y taparse la boca con las manos , pero Alicia pensaba en la mueca que hacía Manuel al sonreír.
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